La represión de la cultura catalana

La represión de la cultura catalana

Antes de la dictadura del General Franco en España, Catalunya, como otras comunidades autónomas del país, gozaba de cierta prosperidad económica, social y cultural, así como autonomía política gracias a la aprobación del Estatuto de Autonomía de 1932.

Tras el triunfo del bando sublevado, el régimen estableció políticas estatales que tenían como fin la represión de la identidad cultural y lingüística catalana, y el establecimiento de la unidad del Estado.

El catalán, que gracias al Estatuto de Autonomía era lengua oficial en el territorio de Catalunya, dejó de serlo tras la instauración del régimen franquista y, además, fue prohibido su uso en el ámbito público. Así, la lengua catalana quedó relegada a un segundo plano, el ámbito doméstico.

Se llegó a establecer un régimen disciplinario sancionador para aquellos trabajadores que hablasen catalán durante su jornada laboral; la castellanización de los nombres de las calles y vías públicas, localidades y establecimientos comerciales; la Iglesia prohibió el uso del catalán durante los ritos litúrgicos; en la escuela se dejó de enseñar catalán y desapareció también del cine, la radio y la prensa.


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