Legalización del Partido Comunista en España

Legalización del Partido Comunista en España

El 9 de abril de 1977, en un momento crítico de la Transición Democrática y durante la presidencia de Adolfo Suárez, España despertó con una noticia que marcaría un hito histórico: la legalización del Partido Comunista de España (PCE).

Ese "sábado rojo" significó el fin de la clandestinidad impuesta al PCE y permitió que un enemigo acérrimo del franquismo participara legítimamente en la contienda democrática como una opción más para la ciudadanía.

A pesar de la férrea oposición de la Armada, Suárez tomó una decisión trascendental. Aunque había prometido no legalizar al PCE, el atentado cometido en Atocha en enero de 1977 y la modificación de los estatutos por parte del PCE llevaron a un cambio de decisión, con el respaldo del Rey. La lucha por la democracia demostró su fuerza durante la Transición.

La “Matanza de Atocha” de enero de 1977 fue un atentado terrorista perpetrado por un grupo de extrema derecha. El comando ultraderechista entró en un despacho de abogados vinculados al PCE en el centro de Madrid y abrió fuego, provocando la muerte de cinco personas y dejando heridas a otras cuatro.

Las consecuencias de la legalización del PCE fueron significativas: Suárez finalmente obtuvo legitimidad para su proceso de reforma política, España dio un paso crucial hacia la equiparación con las democracias europeas y los comunistas se comprometieron a participar en el juego democrático de una monarquía constitucional.


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