Los Pozos de Caudé
En Concud, cerca de Teruel, junto a una antigua venta, existía un pozo artesano de más de 80 metros de profundidad conocido como el “Pozo de Caudé”. Este lugar fue utilizado entre agosto de 1936 y diciembre de 1937 por las fuerzas sublevadas para arrojar los cuerpos asesinados por sus propias manos.
Según investigaciones de la Asociación Pozos de Caudé, se calcula que al menos 1.005 personas fueron ejecutadas y arrojadas al interior del pozo. Las víctimas fueron detenidas sin juicio previo y fusiladas de madrugada, algunas tras ser sacadas de la cárcel de Teruel o de centros de detención improvisados.
La lista de víctimas arrojadas a este pozo y enterradas en otras localidades del territorio se ha creado a partir de testimonios orales de vecinos y vecinas que recogen nombres, edades, profesiones, etc. Muchas de las víctimas eran jornaleros, maestras, sindicalistas o simplemente simpatizantes de la República.
En 2023, el Gobierno de Aragón dio un paso relevante al iniciar el procedimiento para declarar los Pozos de Caudé como Lugar de Memoria Democrática, dentro del marco de la Ley de Memoria Democrática de Aragón, pero aún no se ha resuelto como tal.
Actualmente, el lugar cuenta con un monolito en recuerdo de las víctimas y se realizan homenajes anuales. Los Pozos de Caudé se han consolidado como un testimonio trágico de la represión franquista en Aragón y como un símbolo del deber de memoria hacia quienes fueron asesinados sin juicio ni defensa.