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Se trata de un ensayo acerca de la Cárcel Maternal de los Altos del Hipódromo, una prisión ubicada en lo que actualmente es el Instituto de Educación Secundaria Ramiro de Maeztu, en Madrid. Debido al hacinamiento, las malas condiciones y las altas tasas de mortalidad entre los niños pequeños se tomó la decisión de abrir otro espacio en el que poder encerrar a sus madres y a ellos con la intención de mejorar algo su situación y reducir el alarmante número de muertes. La cárcel estuvo activa en el verano de 1939 y allí se trasladó a las presas madres con hijos desde la cárcel de mujeres de Ventas. De la mano del testimonio de la enfermera y matrona Trinidad Gallego podemos adentrarnos en la terrible vida de estas mujeres y sus hijos en esta prisión. La represión que sufrieron estas mujeres va más allá de su apoyo al bando republicano, no solo se vieron ellas privadas de su libertad, y en ocasiones condenadas a muerte, sino que también tuvieron que ver padecer y morir a sus hijos. La cárcel cerró en invierno de 1939 y fue el modelo previo a la gran cárcel maternal durante el franquismo, la Prisión Maternal de San Isidro. El testimonio de Trinidad Gallego termina cuando la trasladan a una cárcel en el norte de España, pero deja una idea de cuando cerraron la prisión de los Altos del Hipódromo: “cuando se murieron todos los niños”.

Este trabajo trata de rescatar la historia de estas mujeres y de sus hijos del olvido. Recordar y hacer memoria es el primero de muchos pasos para devolverles la dignidad a las víctimas de la represión franquista. Verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.